Fue la 40 edición de una de las carreras más duras del panorama nacional, la Subida Internacional al Veleta, 48 kilómetros de reto de los cuales 37 son de pura subida por la carretera de la Sierra.

Fue un cúmulo de emociones desde el comienzo a las 7 de la mañana hasta casi las 2 de la tarde, cuando el sol ya abrasaba mientras llegábamos los corredores, o lo que quedaba de ellos, a casi a 3.300 metros de altitud, mirando de frente el coloso granadino y con la satisfacción de haber logrado terminar un reto que pone a prueba todas esas cualidades que se valoran tanto en el mundo empresarial de hoy día: resiliencia, entusiasmo y creencia en uno mismo.

Una carrera muy recomendable para llegar entrenado a la nueva temporada posvacacional, tanto física como mentalmente.